Realización del contacto psicológico: la meta inicial del contacto
psicológico es poner algo de calma a la situación. En el caso de los pacientes
crónicamente enfermos esta meta inicial se complica por la sintomatología que
muestran; tienen dificultad para discernir y prestar atención a los estímulos,
las alucinaciones auditivas aumentan la confusión, etc. En todo caso el
asistente debe guardar la calma y un comportamiento moderado y su comunicación
deberá simple y directa.
Prestar importancia al contacto físico con el paciente, para evitar
incrementar el temor y la paranoia. El asistente no deberá compartir sus
propios sentimientos ante la situación, ni presionar al individuo para una
mayor expresión emocional.
Dimensiones del problema: este proceso comienza desde el primer
momento que el asistente ve al paciente. Al definir el problema de un individuo
con enfermedad , el asistente debe investigar ¿De quién es este problema? Del individuo enfermo o del
sistema que lo rodea. En este sentido el orientador deberá enfocar la
resolución del problema sobre la persona, la familia, o sobre ambos. Puesto que
el conflicto cognoscitivo interfiere en la realización del contacto, el
asistente debe plantear preguntas parciales y aisladas, enfocadas al problema
actual. Es importante identificar en la etapa inicial de intervención, que
aspectos de la situación necesitan encauzarse ahora y cuales pueden manejarse
después. La exacerbación de los síntomas no necesariamente es el aspecto más
apremiante de la crisis.
Posibles soluciones: el asistente debe
ayudar al paciente a analizar qué soluciones se han intentado y que fue negativo
y que fue positivo en cada uno de estos intentos. Juntos paciente y asistente
pueden crear opciones para resolver el problema inmediato. El mentalmente
enfermo debería asumir tanta responsabilidad para la determinación de
soluciones como le sea posible. En otros individuos extremadamente psicóticos y
peligrosos, el asistente necesitara ser más directivo o incluso tomar el
control por completo de la situación.
Pasos concretos: seleccionado el
apropiado plan de acción se necesita actuar sobre él. Se necesita evaluar la
capacidad de éste para formular un plan de acción, y así mismo debe llegar a
una decisión con respecto a la capacidad del paciente para actuar en su propio
beneficio. Mientras menos restrictiva y controlada sea la acción, es mejor,
como regla general. Sin embargo, con los individuos altamente mortales o
psicóticos, el asistente deberá no inhibirse de realizar y ejecutar una
decisión en beneficio del paciente.
Seguimiento: significa contactar a un paciente con los
asistentes que conocen al individuo y le han provisto de tratamiento o apoyo en
el pasado. También es importante definir de manera clara los planes de
seguimiento, al trabajar con los enfermos mentales.
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