Las enfermeras y otros
profesionales relacionados con la salud tienen una influencia directa de cómo
los pacientes resuelven las crisis vitales; tienen contacto continuo con los
individuos y sus familiares que están tratando con las reacciones de crisis que
con lleva las heridas físicas y las enfermedades, por lo cual es de utilidad
superior su conocimiento en primeros auxilios psicológicos.
Cirugía: Son los
pacientes que han sido hospitalizados por el fin de que se les realice una
cirugía, de manera usual experimentan ansiedad. El impacto de la cirugía con frecuencia
no termina cuando se ha completado el procedimiento. Ya que las secuelas se
asocian con una gran cantidad de tención.
Nacimiento de niños
subnormales: La experiencia del embarazo y la perspectiva entrar en la
paternidad es una transición para el desarrollo que puede convertirse en una
crisis para las personas. Los padres celebran anticipadamente la llegada de un
bebé, pero con el nacimiento de un bebé subnormal se lanzan dentro de una
situación abrumadora, ya que deben de lamentar la pérdida de su niño perfecto.
Ancianos internados en
hospitales: La hospitalización de estas personas es traumática en particular,
ya que la amenaza de la pérdidas personales o la muerte se combinan con
problemas físicos.
Enfermedad en fase
terminal: Los padres que tienen un hijo en fase terminal por una enfermedad
encaran una experiencia trágica y a gravosa en cuanto las emociones, la crisis
está presente desde el momento que son informados del estado terminal hasta la
muerte.
Insuficiencia renal: Los
pacientes renales en etapa terminal
deben recibir hemodiálisis y tienen que soportar numerosas tensiones,
conflictos entre las necesidades de dependencia, contra las de independencia,
llevar la relación con un objeto inanimado que es el dializador, la ambivalencia sobre la vida
contra la muerte, los conflictos interpersonales relacionados con el personal
de la unidad de diálisis y el cónyuge o familiares de la persona en
tratamiento.
Discapacidad crónica:
Los pacientes que padecen alguna discapacidad crónica, están lisiados o
discapacitados emocional o psicológicamente por el gran exceso del alcance de
la incapacidad física de la enfermedad correspondiente.
Contacto psicológico: se debe brindar trato
atento, Actitud gentil por parte del profesional de la salud, Escuchar las
preocupaciones del paciente, Escucha activa, el profesional de la salud
comunica una visión del paciente con respecto a la situación.
Dimensiones del problema: se debe de poner atención al riesgo
de mortalidad en especial por cuanto esta puede alterarse, se debe de poner
atención no solo a las solicitudes inmediatas, sino también a la posibilidad de
que un paciente esté en posesión de pastillas provenientes de prescripciones
anteriores.
Posibles soluciones: es importante impulsar que ambas
fuentes de información (medio/paciente) generen posibles soluciones para cada
una de las preocupaciones inmediatas del paciente. El paciente dice sus
síntomas y el médico da tratamiento, se torna en una actitud dirigida, por lo que
el profesional debe explorar soluciones posibles y que el paciente decida.
Ejecución de pasos concretos: se debe incrementar la
probabilidad de que el paciente surja de la crisis con un sentido de
responsabilidad. La negociación en torno de cuanto puede hacer el paciente por
sí mismo, y cuales pasos deberán ejecutar el profesional.
Seguimiento: es posible que
el personal de apoyo realice llamadas de seguimiento a pacientes, al
igual que se debe de crear un compromiso por parte de los pacientes para que
ellos estén en contacto informando acerca de su proceso, este proceso de
compromiso es fundamental para incrementar la probabilidad de que el paciente
proseguirá toda la acción de cualquier plan acordado tanto por el asistente
como por el paciente.
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